El cuarto Urbanista más influyente del mundo: Jan Gehl
Quien haya caminado por las Calles de Chiclayo, habrá percibido la cantidad de elementos que conjuntamente hacen desaparecer la tranquilidad que causan dichas vías. Una larga fila de automóviles resonando sus bocinas, personas que cruzan de una vereda a otra sin tomar la precaución debida, la no existencia de semáforos en cada esquina, pistas dañadas y con presencia de baches, entre otros hacen que esta calle se convierta cada día en un incidente de riesgo y peligro para los transeúntes, claro está además de perjudicar el panorama de nuestra ciudad. Sin embargo, esto no es propio de nuestro distrito, sino que ciudades como New York (Estado Unidos de Norte América), Melbourne (Australia) y Copenhagen (Dinamarca) enfrentaron el mismo problema tiempo atrás, y que gracias a Jan Gehl – El cuarto urbanista más influyente del mundo – logró que el hombre vuelva a las calles y sea el protagonista de las travesías que realiza día a día.
Jan Gehl es un arquitecto y diseñador urbano nacido en Copenhagen el 17 de setiembre de 1936, que centró su vida profesional y académica en el desarrollo de la vida urbana a través del diseño de la ciudad a la dimensión humana. Gehl a lo largo de sus obras (una de ellas es “La vida entre los edificios”) nos plantea el espacio público desde la óptica del hombre y las actividades que realiza diariamente; así el autor nos proyecta tres categorías:
- Las actividades necesarias, que uno realiza por obligación, como desplazarse a pie de un punto a otro, hacer fila, esperar el bus, etc.
- Las actividades opcionales, que uno realiza por gusto cuando las condiciones son adecuadas, como ver las vitrinas de una tienda, sentarse a leer u observar a la gente, pararse un rato para apreciar una vista, etc.
- Las actividades sociales, que uno realiza con otras personas, como reunirse, conversar, ver un espectáculo, etc. (Morgan Bal 2006, 36).
Si nos basamos en la idea propia de cada actividad, podríamos pensar que las actividades necesarias son esenciales para el desarrollo humano, sin embargo, cuando el ciudadano se encuentra en la actuación de dichas actividades, estas conllevan a las realización de las segundas y después a las terceras. Por ejemplo: el transeúnte que se encuentra haciendo fila en el Banco o de algún restaurante, se percatará de todo lo que se encuentra a su alrededor, pero principalmente de las actividades sociales.
El transeúnte que estando en la fila se percata que la persona de su delante está revisando una información que tiene que averiguar; o que las personas de atrás están hablando de un amigo o familiar conocido.
El planteamiento del movimiento moderno señala que estamos siendo testigos de la “muerte de la calle”, la pérdida de contacto con el suelo y con la acera, conllevando a los terribles efectos en nuestras relaciones sociales, haciendo que el hombre pase más tiempo en casa, en lugar de encontrarse en espacios públicos. Como señala Jan Gehl, “las relaciones sociales en los espacios públicos en muchos barrios recientes, son prácticamente inexistentes” (M. Beltrán Rodríguez 2015, 218).
Continuando con el ejemplo, los ciudadanos se han alejado del contacto social, de algo tan existencial y unido a su ser, porque el ambiente junto a la tecnología en vez de lograr un beneficio al hombre, ha perjudicado las relaciones interpersonales, la comunicación entre el ser humano, la fascinación por lo que le rodea, la sensibilidad de los cambios de la ciudad donde ha vivido por largo tiempo y por ende la preocupación de la atmósfera.
¿Cómo puede exigirse a un ciudadano de Chiclayo la preocupación por su distrito si ni siquiera se ha percatado de los problemas que se enfrentan en sus calles? ¿Cómo puede alguien anhelar un cargo gerencial si vive dentro de una oficina de cuatro paredes, para luego estudiar e ir a casa a descansar sin no haber conversado con su semejante que estaba en la misma fila?
Jan Gehl nos plantea la humanización del espacio urbano como el centro de su temática, y pone énfasis en la vida entre los edificios como una dimensión de la arquitectura que debía tratarse con todo cuidado (Gehl, La vida social entre los edificios 2004).
Gehl percibió que “una característica común de las ciudades alrededor del mundo -independientemente de su ubicación, condición económica y estado de desarrollo - es que las personas que aún continúan usando el espacio público han sido bastante maltratadas. Los obstáculos urbanos, el ruido, la polución, la poca cantidad de espacio, el riesgo de accidente y condiciones de uso casi siempre deplorables son el panorama general con el que deben enfrentarse los usuarios en la gran mayoría de las ciudades” (Gehl 2014, 3).
Características como las señaladas en el párrafo anterior permiten comprender la dirección que el ser humano está tomando respecto a la forma en que quiere vivir, existir y decidir el modo como sus hijos vivirán Si acaso tomásemos un pequeño trazo del planteamiento de Gehl para aplicarlo a nuestra Ciudad, sería diferente el ambiente diario y las preocupaciones cotidianas que nuestros vecinos y nosotros vivimos.
En conclusión, Jan Gehl nos muestra una perspectiva de la ciudad distinta al mundo actual, nos enseña que el lado humano va perdiendo fuerza con la edificación desmedida y exagerada, con el desorden vehicular, y todo ello conlleva en perjuicio de las funciones sociales y culturales que cumplen los espacios públicos. Si Gehl conociera Chiclayo, gritaría a viva voz “Tomemos las calles, hagámoslas nuestras en forma democrática y encontrémonos con nosotros nuevamente”.
Referencias Bibliográficas
Beltrán Rodríguez, Maria. La importancia de la Vitalidad Urbana. Tesis doctoral, Madrid: EPS CEU, 2015.
Brolin, Brett. La arquitectura de integración. Barcelona: Blume, 1984.
Gehl, Jan. Ciudades para la gente . Buenos Aires : Infinito , 2014.
Gratz, R. The Living City. New York: Simon and Schuster, 1989.
Guanillo, Maria Angela. «Los espacios intermedio como regeneradores puntuales de la ciudad.» Tesis doctoral, Lima, 2016.
Gehl, Jan. La vida social entre los edificios . Barcelona : Reverté S.A, 2004.
Morgan Bal, Daniel. Los usuarios del Espacio Público como protagonistas en el Paisaje Urbano. Bogotá: Revista de Arquitectura, 2006.
Excelente información !!
ResponderEliminarLa información brindada es muy importante y entendible para cualquier usuario, gracias por brindarnos la información!
ResponderEliminarMuy buena la información,me sirvió de mucho
ResponderEliminarImpresionante el trabajo de este hombre, muy buen artículo informativo.
ResponderEliminarme gusto mucho leer ese articulo!
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ResponderEliminarMe gusto tu artículo!
ResponderEliminarMuy buen artículo me permite conocer más sobre ese país Peru , saludos desde Groenlandia
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